Thursday

Que suertecita, o no?

Las palabras adecuadas en el momento preciso

(Que suertecita la del pobre Lara)

El hombre despertó aquella mañana con un tremendo... La noche anterior se había pegado una parranda fuera de casa... bebió, como un loco hasta no mas, ni siquiera se acordaba como había regresado a su casa...

Preso de un dolor de cabeza terrible, con mucho dolor en todos los músculos del cuerpo, la garganta más reseca que lengua de loro; en la boca un sabor a cobre y vinagre. Tenía miedo aún de abrir los ojos pues lo esperaba con seguridad, la regañada de la doña que era como un tigre...

Abrió los ojos como pudo, y lo que vio lo dejó loco. Sobre la mesa de noche estaba una pequeña hielera llena de cubitos de hielo con un par de cervezas bien frías... Al lado, había un par de Alka-Seltzer y un vaso de agua. Recargado en el vaso estaba un sobrecito perfumado,

El tipo aterrado abrió el sobre y en su interior halló un recado que decía: "Amor mío, vida de mi vida: Perdona que no esté aquí para atenderte. Salí un momento, pero regreso al rato para estar contigo. Te he dejado estas cosas sobre la mesita para que alivies el malestar que quizá sientas después de la jarra de anoche... Te he preparado una sopita como a ti te gusta... de pollo con carne de res y papita... que te espera en el comedor. Le pedí a nuestro hijo que te lo sirva apenas bajes y que esté pendiente de ti, Te dejo un beso con todo mi amor. Tu esposa que te adora"

El hombre no daba crédito a todo lo que veía. Bebió con deleite las dos cervezas, se bañó, se vistió y bajo al comedor. Ahí en efecto lo esperaba su hijo, que lo saludó con cariño y le sirvió el caldo preparado por su madre. Se lo comió en silencio el asombrado padre.... pensó… "¿Qué esta sucediendo?, ¿Estaré soñaba acaso? ¿Era aquello una vana ilusión de los sentidos? Hasta que se atrevió a preguntar con timidez:

- ¿Hola hijo cuéntame qué pasó anoche acaso?

- Pues mira papi: Llegaste a las 3 de la mañana y venías en completo estado de ebriedad, chocaste el carro en la puerta del garaje; le diste una patada al gato al entrar, te vomitaste en la sala y arruinaste la alfombra que mi mamá acababa de comprar. Luego te caíste en la escalera y ahí quedaste... privado, sin sentido. Tuvo que despertarme mi mamá para que la ayudara a llevarte a la cama.

- y ¿Entonces? -pregunta el señor entre confundido y aterrado: ¿Entonces por qué todo esto? por qué las cervecitas y el amoroso recadito, y el tremendo caldo, todas estas lindas atenciones?

Responde el muchacho de inmediato:

- Porque mamá te iba a desvestir en la cama y cuando empezó a bajarte los pantalones tú le dijiste: ¡¡¡Quieta mujerzuela que vas a hacer. No se da cuenta que soy casado!!!